«Cara oculta del capitalismo»: la economía global depende del trabajo peligroso

El estudio científico muestra que «la economía global depende en gran medida de las formas de trabajo peligroso, no identificado e invisible». Las investigaciones realizadas por Susana Narotzky se llaman «cara oculta del capitalismo contemporáneo».
Trabajadores
Jung Getty
Un estudio publicado por la Angestor Susana Norkzky DA Universidad de Barcelona (UB) muestra que el capitalismo contemporáneo que funciona en la economía global depende en gran medida de formas de trabajo peligrosas.
El estudio, «Alteraciones simultáneas: medios de vida en el siglo XXI, las formas de fragmentación de clase y trabajo social», publicado en la revista científica «Dialecto es antropología«.
Investigaciones realizadas por Susana Norkzky en colaboración con el profesor Sharrin Cosmir en la Universidad de Hafstra, los autores se llaman «cara oculta del capitalismo contemporáneo».
La conclusión es que «la economía mundial es una forma de trabajo peligrosa, no identificada e invisible que desglosa la clase trabajadora y cuestiona el trabajo y los grupos de clase tradicionales».
Una nueva definición de trabajo
La tesis principal del estudio es clara y argumentó que el trabajo salarial de la comprensión como las relaciones sociales centrales del capitalismo ya no es el modelo universal dominante.
Por el contrario, los autores argumentan que la economía global es «una amplia gama de trabajo no oficial, peligroso y a menudo invisible».
Estas formas van a «la extracción de recursos naturales de trabajos temporales y no autorizados a las técnicas laborales más fuertes a través de la extracción de recursos naturales o detención social y económica».
Aunque estos métodos no son adecuados para los esquemas de trabajo clásicos, «son básicos para el producto en el capitalismo».
Los autores justifican la reconstrucción del concepto de «trabajo social», no solo pagado por el salario, sino también como no se reconoce a menudo como un esfuerzo humano, lo que permite que la reproducción y el capital se unan.
Esta perspectiva a menudo hace la aparición de margen estadístico y legal, pero estas son la base de economías muy modernas en el norte y en el mundo del mundo.
Los inmigrantes y los jóvenes son objetivos comunes
El artículo se ha construido en muchos casos atnográficos que son un ejemplo de esta realidad.
En México, las familias nacionales recolectan guijarros de playa para exportar a los Estados Unidos, lo que combina trabajo familiar, búsqueda de niños y falta de protección laboral.
En la región española de Donana, los cosechadores coloniales de fresa trabajan en situaciones peligrosas, que están sujetas a la movilidad de la organización colectiva, que está sujeta a poderes de trabajo restrictivos.
En los Estados Unidos, muchos jóvenes eligen combinar trabajos de tiempo parcialmente diferentes frente a la desconfianza del trabajo estable tradicional, que es una estrategia para reflejar la debilidad de las décadas de flexibilidad del mercado laboral y la debilidad de los derechos laborales.
Los investigadores argumentan que estos casos no se consideran inusuales o típicos en ocasiones periféricas, son representativos del corazón del capitalismo actual.
En este caso, los autores proponen abandonar la idea homogénea de la «clase trabajadora» y recibir el concepto de «clases de trabajadores y la capacidad de reflejar la variación de las experiencias laborales de coexistir hoy.