La ciudad italiana se ofreció como voluntaria para monitorear el trabajo público

En el sur de Europa, la mayoría de los hombres en la era de la reconstrucción tienen un pasatiempo favorito: observar pacientemente a los astilleros arquitectónicos en la espalda, a menudo comentando sobre la calidad de las obras.
Ahora la ciudad italiana ha decidido usar su interés y su conocimiento.
La ciudad de unos 14,000 residentes cerca de Monza en la región noreste de Lombardi ha designado ocho «umrel», el dialecto emil significa una palabra amorosa para los hombres, que significa «niño pequeño», observar e informar todas las obras públicas en su sociedad.
La iniciativa, que fue lanzada por el alcalde Lorenzo Galli, tiene como objetivo responder a la necesidad de un mayor control de la ciudad en varios dominios, incluido el mantenimiento de los astilleros, calles y viajes de construcción.
Ocho personas fueron seleccionadas después de una licitación pública. Para elegir la ciudad como «oficial» para la ciudad, los candidatos tuvieron que demostrar que se habían retirado, tenían un diploma universitario y tenían experiencia en áreas técnicas.
Ahora han sido registrados como voluntarios civiles toda la semana, dándoles cobertura de seguro. Según su primera tarea, el Ayuntamiento de Villasantha, «realizará encuestas que se utilizarán en los próximos meses para estudiar el nuevo plan de tráfico urbano», dijo la prensa local.
La ciudad planea contratar más refuerzo, y la competencia aún está abierta.
A pesar de algunos sentimientos, a muchos italianos les encanta «Umrel» con amor.
En 2017, la ciudad de Bolonia dio el nombre de «Piajetta Degli Umrels» a su respeto por sus cuadrados, pero el calendario con fotografías «Umrel» es un recuerdo popular en la ciudad del norte de Italia.
Recientemente, los fiscales inmobiliarios comenzaron a colocar paneles de vidrio transparentes en el techo de sus astilleros de construcción, lo que permitió a los hombres continuar su pasatiempo.
En enero, el Laboratorio de Fabricación Digital en Milán creó y construyó una «secretaria», una pequeña estatua que podía ver cuando se trabaja y se divirtió, «aumentó su productividad en un 10%».
Este fenómeno se reconoce lentamente a nivel internacional. En 2024, el Consejo de Idiomas de Suecia agregó «Umrel» a sus palabras recientemente adoptadas.