Rumania, la mina de sal de roca corre el riesgo de colapsar: evacuación e inundaciones máximas

a Eurono
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En las últimas semanas, las fuertes lluvias que golpean Rumania han causado graves daños a la mina Praid Salt, una de las más grandes de Europa y una de las principales atracciones turísticas en el corazón de Tranvania. Partes del piso de la mina colapsaron, dejando grandes secciones del riesgo de colapso.
Las autoridades rumanas evacuaron 45 casas cerca de razones de seguridad. Se ha creado un océano de seguridad y el área está totalmente prohibida.
«No me permiten dormir en mi casa», dijo uno de los residentes de la evacuación. «No sé cuándo podemos regresar. Nadie nos dice nada».
Los turistas también tuvieron que cambiar sus planes: «Queríamos visitar Wadi Sal, pero el camino estaba completamente inmerso y no valía la pena. Tuvimos que regresar».
Intervención europea: estimular el mecanismo de protección civil
El gobierno rumano solicitó la intervención de la Unión Europea y estimuló el mecanismo europeo de protección civil. Los expertos de diferentes países ahora están trabajando en el terreno para contener daños y evitar más matanza.
Sin embargo, se desvió una corriente cerca de la mina para evitar más infiltración. Las autoridades también elevaron las barreras de las bolsas de arena para reducir el flujo de agua.
Sin embargo, la amenaza aún no se ha eliminado: los meteorólogos predicen más lluvias en los próximos días. Varias áreas permanecen en una alerta máxima.
Impacto ambiental y cajas de emergencia
La situación tenía consecuencias a nivel regional. Los ríos de los países vecinos registraron un aumento en la salinidad, y se supone que deben deberse al escape de las minas.
Para cumplir con la situación de emergencia, el gobierno rumano afectó un fondo por valor de 60 millones de euros. La Comisión Europea también intervino para coordinar el apoyo a los esfuerzos locales.
La ciudad del vacío, en peligro
«Más de medio millón de turistas lo visitan cada año. Euronus Rumania. «El sonido de las rocas que caen en las calles abandonadas. La mina, el orgullo del área, todavía está completamente inmerso e inseguro».
La catástrofe exige uno de los principales destinos turísticos en Rumania y plantea preguntas sobre la resistencia de la infraestructura histórica en la era del cambio climático severo. En la actualidad, la única certeza es que la lluvia aún no ha dicho una palabra.