Se enciende un avión eléctrico: el futuro hoy es el cielo de Vyas

Es el único avión de verificación comercial que vuela con electricidad. Hay muchos prototipos, pero este es el producto final. Una experiencia de vuelo diferente con excelentes vuelos comerciales.
Comenzó con la preparación matutina en Vaisa Aerodrome. Lleva tiempo llegar arriba, controles, pruebas de dispositivos y poderes de la torre de control. Esta última parte es rápida, no hay tráfico. La aeronave, Pipistrel, Velis Electro, son similares a los patrones de combustión externamente. Es muy simple y menos ruidoso para la maniobra, pero el sonido todavía se limita a una pequeña cabaña con el espacio necesario para dos personas sentadas.
El concepto es que somos realmente un tipo de elementos, y el dispositivo está oscilando naturalmente cuando el dispositivo crece y el paisaje crece. Con descripciones de la simplicidad de la operación, el avión continuó con maniobras en el área. El instructor de comando Ines Olivera explicó que la gestión de la energía es un factor clave de la misma manera que los automóviles eléctricos. Por lo general, Pipistrel con dos baterías grandes tiene una reserva durante al menos 10 minutos porque tiene una autonomía en avión durante 50 minutos.
Dado que es un hábito con los inicios, la INES ha cruzado el comando por breves momentos. Es suficiente ver cuán sensible es el avión y ver cómo una pequeña distracción es suficiente, al mismo tiempo, registra el video, para indicar y comenzar la nariz hacia abajo.
El dispositivo pertenece a la IFA (Academia Internacional de Vuelo), la Escuela de Aviación, donde no enseñan solo pilotos entre neumáticos y vicios, y tienen cursos para pilotos experimentados con simuladores de Airbus, mecánicos y personal a bordo.
Este dispositivo se justifica no solo a través de una relación comercial escolar con Pipistrel sino también por grandes ahorros en los costos de mantenimiento. Los datos del CEO de IFA, José Madira, son más de 300,000 euros, de 10 a 15% más altos que su equivalente de combustión, pero las cuentas totales pueden pasar de 140 euros por hora a 15.
El aterrizaje no es suave porque Ines prefiere emociones fuertes, al final, es una sensación de gastar una experiencia diferente. El vuelo eléctrico no es solo nuevo, una alternativa real y buena con bajos costos de mantenimiento y menos impacto ambiental. Una pequeña vuelta que abre las puertas de un vuelo a un futuro diferente, que es EVO, un gran vehículo eléctrico autónomo, una caída vertical como drones grandes, haciendo pequeños vuelos con dos pasajeros que ya están en China y sin piloto.