La transición de una regla autoritaria holística a un sistema democrático, una de las transformaciones políticas más difíciles que enfrenta los estados, especialmente décadas de represión sistemática y el monopolio del poder. En la situación siria que sufrió la regla de la familia Assad durante más de cincuenta años, la caída del león no será suficiente para traducirse en una democracia estable, sino más bien el comienzo de una etapa de transición compleja llena de desafíos internos y externos.
La lista de desafíos no termina; Del legado de corrupción y favoritismo que el régimen ha plantado durante décadas en las instituciones estatales, a través de una sociedad agotada por los años de guerra, y la violencia sistemática que este régimen practicó en él, alcanzó una situación económica correctiva, sin mencionar las intervenciones externas que buscan garantizar sus intereses, incluso a expensas de los intereses de los syrians y el estabilidad de su país.
Desafíos internos y legado erosionado
Después de la caída de Assad, el ejército regular se desintegró y las facciones armadas que ingresaron a Damasco se responsabilizaron de mantener la seguridad. El gobierno de transición, dirigido por Ahmed al -Shara, hizo grandes esfuerzos para integrar estas facciones en una institución militar unificada, pero los desafíos permanecieron vigentes; Algunas facciones rechazaron el centro de atención bajo la nueva administración de Damasco, que obstruyó completamente este objetivo.
Sin embargo, el gobierno logró integrar una gran cantidad de facciones y llegó a un acuerdo con las fuerzas democráticas sirias en la isla, lo que aumentó la posibilidad de fortalecer la estabilidad en esas áreas. Sin embargo, algunas facciones en el sur, especialmente en AS -Suwayda, y Daraa, todavía se niegan a integrarse, imponiendo desafíos de seguridad continuos que obstaculizan la estabilidad del estado.
Paralelamente a estos esfuerzos, las fuerzas de seguridad están trabajando para perseguir los restos del régimen anterior y terminar el caos del arma que se está escapando para garantizar que el caos no se use para crear nuevos focos de tensión.
El gobierno de transición heredó una economía colapsada, sofocando sanciones internacionales e infraestructura devastadora. Esto condujo a una severa crisis económica, que fue exacerbada debido a la ausencia de apoyo internacional necesario para estimular el crecimiento económico.
La situación económica deteriorada hizo de la estabilidad un requisito previo antes de hablar sobre cualquier cambio democrático. Por lo tanto, el gobierno centró sus esfuerzos para levantar las sanciones económicas, estimular la reconstrucción y apoyar las inversiones internas y externas; Para garantizar la recuperación de la economía, ya que este es un paso necesario para cualquier cambio político exitoso.
Interferencia externa. Cuentas de intereses, no principios
No es posible hablar sobre la situación siria después de la caída de Assad sin referirse a la interferencia externa. Los poderes internacionales que no pudieron derrocar al régimen anterior, o cómplices en su supervivencia, son hoy un factor que impide la estabilidad de la nueva Siria.
Desde el primer día del régimen, estas fuerzas se han apresurado a intervenir e imponer sus agendas bajo la apariencia de minorías, o para garantizar la transición democrática. Pero en realidad, estas intervenciones fueron solo un intento de lograr los intereses de estas fuerzas especiales, en lugar de permitir a los sirios determinar su destino.
Irán y Rusia, que apoyaron al régimen anterior, continuaron apoyando a los restos del régimen y buscaron desestabilizar al país a través del sabotaje que amenaza con abortar los esfuerzos de transición política. Además, las sanciones occidentales impuestas a Siria permanecen bajo implementación, a pesar de hablar sobre la posibilidad de levantarlas, siempre que se logre la transición política.
Esto plantea una gran pregunta: ¿cuál viene primero, el huevo o el pollo? El requisito político permanece en un estado de espera, mientras que la crisis económica se exacerba día a día.
Esta situación refleja claramente el proverbio popular: «Es cierto que no divides ni te divides, no comes y hasta que se sacian». Por un lado, el gobierno está pidiendo una situación auténtica del camino político, y por otro lado, lo sacude con restricciones económicas que limitan su capacidad para tomar medidas efectivas. Al final, estas presiones ponen al nuevo gobierno en una prisa, lo que aumenta la complejidad de la crisis económica y afecta negativamente la vida del pueblo sirio.
Transición a la democracia: un proceso largo y complejo
La creencia de que la caída del sistema totalitario conduce directamente a la democracia, uno de los mayores errores que algunos pueden cometer. Esta percepción superficial lleva a una gran decepción entre las personas y crea una especie de frustración debido a un cambio lento. La democracia no es solo las elecciones o el cambio de poder, sino un proceso largo que requiere construir una nueva cultura política.
Lograr la transformación democrática requiere reformar las instituciones legales y judiciales, garantizar la libertad de los medios y establecer un aparato de seguridad que sirva al estado en lugar de individuos o partes.
Es necesario desmantelar el legado del régimen anterior con precaución, sin crear un vacío político que conduzca al caos, un proceso similar al desmantelamiento de minas en un campo que se extiende a lo largo del país y su ancho, y necesita un proceso largo y complejo que requiere tiempo para hacerlo, y no tres meses es el período de Ahmed Al -Shara y su equipo para administrar el país.
Hace tres meses hasta este momento, la administración siria, dirigida por Ahmed al -Shara, está tratando de acelerar el proceso de transición, y pidió un diálogo nacional en el Palacio del Pueblo, aunque esta llamada no tuvo una gran bienvenida de muchas figuras sirias.
After the conference, a committee was formed to prepare a constitutional declaration, and the draft constitution that the government described was to take into account the challenges of the transitional phase, so this draft was the subject of a new controversy between supporters and opponents, so some considered it a necessary measure, while others saw that the transitional president gave wide powers, which could pave the way for a new tyranny, then culminated in the formation of a government from the formation of expertise Varios, pero tampoco se salvó de las críticas que describió como «un color», en una controversia que refleja la tensión existente entre la necesidad de imponer estabilidad y proteger las libertades básicas durante la transición.
La estrategia de construcción gradual de la democracia
La construcción de la democracia en Siria requiere un enfoque gradual que tenga en cuenta los desafíos internos y externos, ya que las instituciones estatales deben reformarse gradualmente sin recurrir a una erradicación integral que pueda interrumpir el trabajo del gobierno de transición.
El Ejército y los Servicios de Seguridad deben ser reestructurados para garantizar su lealtad a Siria primero, además de trabajar para levantar las sanciones internacionales que obstaculizan el crecimiento económico. Lograr la estabilidad y la reconstrucción económica representan dos condiciones básicas para la sostenibilidad del proceso de transición.
También es importante desarrollar una hoja de ruta para una transición política que refleje la participación de todos los partidos, excepto los involucrados en crímenes contra el pueblo sirio.
En este contexto, el fortalecimiento de la conciencia democrática y la participación política se convierte en una parte esencial para el éxito de la transformación democrática. Aquí viene el papel de las instituciones de la sociedad civil en la educación de los ciudadanos sobre la importancia de las elecciones y la transparencia, para construir el estado. La democracia no es solo un sistema político, sino una cultura social que debe establecerse gradualmente para garantizar su éxito.
La transformación democrática en Siria requiere un gran tiempo y esfuerzos, ya que el derrocamiento del régimen totalitario representa solo el primer paso en un proceso complejo y largo. La construcción de un estado democrático moderno requiere reformas integrales a niveles de seguridad, económicos y políticos, así como la voluntad social y la conciencia política.
A pesar de los grandes desafíos, lograr un estado libre y justo basado en la democracia sigue siendo un objetivo que vale la pena buscar.
Las opiniones en el artículo no reflejan necesariamente la posición editorial de Al -Jazeera.