El escándalo de Segnal. ¿Por qué los países no usan aplicaciones secretas especiales? | política

En un caso que provocó ansiedad dentro de los corredores de ciberseguridad y seguridad, la revista «Atlantic» reveló ayer una filtración involuntaria de una conversación secreta que tuvo lugar en la solicitud de «señal», que incluía funcionarios de alto riesgo en la administración del presidente de los Estados Unidos. Donald Trump. Entre los participantes en el grupo: Asesor de Seguridad Nacional Michael WaltzMinistro de Defensa, Beit Higseth, Wajih de Vicepresidente.
Sin embargo, el escándalo ocurrió cuando el editor de la revista, en el principal, Jeffrey Goldberg y otros, se agregaron al grupo por error, que abrió la puerta para cuestionar la viabilidad de confiar en aplicaciones comerciales, incluso las descritas como «la más segura del mundo». ¿Quizás la pregunta más destacada que planteó preguntas de opinión pública es por qué los gobiernos, especialmente fuertes, recurren al uso de aplicaciones públicas gratuitas y no usan aplicaciones secretas privadas?
Error humano, no un problema técnico
La fuga revelada por la revista no fue el resultado de un defecto en la estructura de la aplicación o una violación del cifrado, sino más bien un error humano al agregar personas no autorizadas. Los expertos confirman que el escándalo no es el resultado de una penetración técnica o una escapatoria de software, sino como resultado de un error humano que se gastó, ya que uno de los funcionarios agregó un número a la conversación sin asegurarse de su identidad, para que quede claro que regresa a uno de los periodistas, que de repente recibió secretos militares del corazón de la administración estadounidense. «Este incidente no condena a Segnal, sino que expone la fragilidad de la conciencia de seguridad incluso en los niveles más altos», dijo Joseph Ridel, un experto en ciberseguridad en el Brookings Institute.
¿Preguntas sobre aplicaciones públicas?
En medio de la creciente discusión sobre la fuga de conversaciones cifradas, muchos seguidores y observadores preguntan: ¿Por qué los gobiernos, que se supone que tienen la máxima seguridad digital, dependen de las aplicaciones de correspondencia comercial disponibles para el público en general como «Seghenal» y «WhatsApp», en lugar de desarrollar sus propios sistemas cerrados y ajustados? ¿Depende de lo ordinario? ¿O una preferencia por el costo más bajo? ¿O hay razones más profundas relacionadas con la efectividad y la comunicación internacionales?
Esta pregunta no es nueva, y fue abordada por múltiples análisis técnicos en el campo de la ciberseguridad y la comunicación gubernamental. Estos análisis se acuerdan por unanimidad que el desarrollo de sistemas de comunicación interna cerrada requiere una gran inversión en infraestructura, incluido el diseño de software, la revisión de seguridad, el alojamiento independiente, además de las actualizaciones continuas y las garantías de mantenimiento y confiabilidad. Por otro lado, las aplicaciones de código abierto, como Segnal, proporcionan una opción y velocidad más efectiva.
Además, las aplicaciones comerciales son la mejor opción a menudo debido a la facilidad de uso e interfaces familiares, lo que reduce la resistencia de los usuarios, especialmente en instituciones que incluyen funcionarios que no tienen una gran experiencia técnica. Además, existe una creciente necesidad de que los funcionarios se comuniquen con partes externas, como periodistas, diplomáticos o organizaciones internacionales, no utilizan sistemas de comunicación gubernamental, lo que hace que las aplicaciones públicas sean una solución práctica y disponible para todos.
¿Por qué los gobiernos usan aplicaciones como Signal y WhatsApp?
No hay duda de que una pregunta como esta se responde en la mente de todos. ¿No es el primero que los gobiernos tengan sus propias aplicaciones secretas, lejos de las plataformas públicas?
De hecho, la respuesta es complicada, ya que muchos expertos y técnicos ven que este fenómeno tiene varias razones y puede acortarse a continuación:
Primero: cifrado
Los expertos creen que el cifrado de código abierto utilizado en aplicaciones públicas como Segnal es el más confiable y, a cambio, muchas aplicaciones gubernamentales están cerradas, lo que les hace más fáciles objetivos de penetración.
El cifrado de código abierto significa que el código (el código fuente) utilizado en el diseño de los algoritmos de cifrado está disponible públicamente para todos, y cualquier persona desarrollada, un investigador de seguridad o una institución independiente puede revisar el código y asegurarse del método de codificación con precisión. Y para examinar las brechas o errores de seguridad en la implementación. Además de probar la fuerza de cifrado y su resistencia a la penetración o el espionaje. Contribuye a su desarrollo y mejora a través del software abierto.

La importancia de la fuente abierta proviene del hecho de que la transparencia aquí significa una mayor confianza, en lugar de confiar en las palabras de la empresa desarrollada (lo que puede afirmar que su aplicación es «segura» sin evidencia), el código abierto permite a los expertos de todo el mundo verificarse a sí mismos.
Por el contrario, el cifrado fuente es que el código no está disponible, y el usuario se ve obligado a confiar en la compañía sin poder examinar lo que está sucediendo «detrás de escena», como algunas compañías o gobiernos o aplicaciones de correspondencia desconocidas.
Segundo: velocidad y simplicidad
La segunda razón que explica a los gobiernos que utilizan aplicaciones públicas y comunes como Seghenal y WhatsApp, es que el mundo de las políticas urgentes no tiene tiempo para instalar aplicaciones internas complejas, ya que la aplicación segenal está en cada teléfono, y funciona de inmediato, y con una confirmación de eficiencia, lo que significa que está disponible de la manera más fácil.
Tercero: Estructura digital oficial débil débil
La tercera razón para la reticencia de los gobiernos a usar aplicaciones especiales es que muchos gobiernos, incluso los avanzados, sufren los problemas de modernizar los sistemas digitales, ya que cualquier aplicación interna segura requiere años de desarrollo, pruebas de seguridad estrictas y actualizaciones permanentes, que no siempre están disponibles.
Incluso cuando algunos gobiernos eligen desarrollar sus sistemas, el camino no está libre de minas. Por ejemplo, la aplicación «Confiding», que se usó durante un tiempo en la Casa Blanca, se expuso a las brechas de seguridad debido al débil mecanismo de actualización. En una famosa entrevista con el periódico British Guardian en 2014, el ex agente de inteligencia estadounidense Edward Snowden advirtió que los datos descriptivos (que hablaban y cuándo) pueden ser más peligrosos que el contenido de los mensajes mismos, que a menudo no están cubiertos por técnicas de cifrado.
La paradoja más importante es que la mayoría de los gobiernos dependen de la infraestructura comercial, como «Amazon Web Services» o «Microsoft Azure», que pierde el control total de los datos, incluso si desarrolló su propia aplicación.

¿Hay solicitudes gubernamentales secretas?
A pesar de todo lo que se ha dicho sobre las justificaciones de no usar aplicaciones gubernamentales cerradas, algunos países (como Rusia, China e Israel) ya tienen sistemas de comunicación interna cerrada y codificada, pero no siempre son aplicables fuera de la seguridad o los contextos militares, según expertos y técnicos. Esto es por varias razones:
- Uso de dificultad
- Soporte técnico limitado
- Restricciones de actualización y desarrollo
- Dificultad para publicarlo entre un gran número de funcionarios, diplomáticos y asesores móviles.
¿Hay un compromiso?
Frente a las crecientes complicaciones en la escena de las comunicaciones digitales, las opciones en la tabla del tomador de decisiones parecen llenas de paradojas, las aplicaciones comerciales son fáciles de usar, pero son vulnerables a los huecos, mientras que los sistemas especiales pueden ser teóricamente seguros pero costosos y complejos. ¿Es una tercera forma?
Los expertos en seguridad cibernética creen que la solución no se encuentra en el sesgo completo de una de las dos partes, sino en la construcción de un enfoque híbrido que combine la seguridad práctica y la efectividad operativa, y según estos expertos, la solución no está en deshacerse de las aplicaciones comerciales o en la dependencia total de los sistemas especiales, pero se requiere una combinación inteligente de los tres elementos::
- El uso de herramientas de código abierto se sometió a amplias pruebas de seguridad.
- Aplicar protocolos precisos para la gestión de grupos y poderes.
- Funcionarios de capacitación en ciberseguridad y riesgos digitales.
La oración es que en el momento de los mensajes cifrados y las decisiones urgentes, el problema ya no está relacionado con la elección de una aplicación más segura, sino al comprender la ecuación de seguridad en su contexto completo: tecnología, práctica y estructura institucional. El escándalo de fugas de «señal» no exponió una laguna en los algoritmos, sino que reveló la fragilidad del uso humano, incluso en los círculos de juicio superior.