¿Cómo le pides al oso polar que abra la boca y muestre los dientes?


En el zoológico de Hanover en Alemania, las raíces, los guiños y los susurros dieron gestos entrenados y deliciosos regalos. Los guardianes están recibiendo atención veterinaria de esta manera con un programa de entrenamiento médico que permite a los animales ser voluntarios durante las pruebas y tratamientos, sin recurrir a la anestesia.
Cuando se trata de la salud de los animales, las expresiones como «ahhh» no funcionan. Por lo tanto, los guardianes como Benedict Nappe Resort tienen un refuerzo positivo para enseñar pequeños pasos y comportamientos específicos. El oso del velocista polar, por ejemplo, ha aprendido a mostrar las piezas para que puedan buscar lesiones, erizos o signos de dolor.
«Puedo vencer a la almohada de la pata para ver si eres gentil»
En febrero, este método es esencial cuando la novia de Sprinter, Milana sufre de dolor en Milana. El problema? Este es el molar del partido, que funcionó de inmediato.
Un regalo como regalo
El refuerzo positivo secreto: cada comportamiento adecuado se otorga un regalo. Este procedimiento se aplica a las diferentes especies del zoológico de Hanover.
California Marine Lioness Palm, por ejemplo, está entrenado para jugar con la nariz en una pelota conectada a un palo. Este simple gesto permite que el tratamiento de Stephanie Litner toque cualquier parte del cuerpo del animal, verifique las heridas, observe las alas e incluso mida la temperatura.
«Si ella tiene alguna lesión, puedo verificarlo. También podemos imitar la ecografía y la radiografía sin ningún problema».
Aunque el velocista es el depredador terrestre más grande, con aproximadamente 600 libras, Benedict garantiza que el entrenamiento creará una relación confiable.
«Sabemos que él es un dulce y tranquilo a través de la naturaleza. Pero nunca olvides que sigue siendo un gran depredador».
Una mayor conexión para los guardianes
Además de mejorar la atención médica, la capacitación médica es una actividad lúdica que desencadena mentalmente a los animales y fortalece el vínculo con los guardianes.
Este tipo de entrenamiento está ganando importancia en los zoológicos en todo el mundo, no solo al reducir el estrés animal, sino también para permitir rápidamente diagnósticos e intervenciones invasivas bajas.
Como muestra el ejemplo de Hanovar, los osos polares también pueden aprender a cooperar con paciencia, estabilidad y finalmente delicioso regalo.



